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Lo dice la ciencia: Cuando menos dormimos, peor comemos. Consejos para mejorar la calidad del sueño

Uno de los factores directamente relacionados con la salud, es la calidad del sueño; esto hace alusión no solamente al hecho de dormir bien, sino lo suficiente (al menos 8 horas diarias). En relación a esto, el estilo de vida moderno fomenta cada día más las actividades nocturnas; la luz eléctrica, la televisión y la computadora ofrecen a las nuevas generaciones la oportunidad de entretenimiento durante la noche y que han desplazado al placer del sueño.

La reducción en las horas de sueño puede provocar un incremento en el apetito, causada por una alteración de la actividad neuronal que predispone al individuo a una mayor susceptibilidad al consumo de alimentos. Al dormir menos horas de las recomendadas hay un incremento de la grelina (estimulante del apetito) y una disminución de la leptina (hormona del factor de saciedad) provocando señales que le indican al cuerpo aumentar la ingesta de comida y con el tiempo el desarrollo de adiposidad.

La disminución en las horas de sueño se ha asociado con un aumento de la incidencia de obesidad y diabetes en la población mundial. En trabajadores nocturnos se ha reportado mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad que en la población general, con alta predisposición a enfermedades metabólica. Se propone que el estar despierto por la noche es un estímulo suficiente para motivar la ingestión nocturna de alimentos.

¿Pero qué podemos hacer para dormir más y mejor? Aquí te doy algunos consejos para que puedas mejorar la calidad del sueño:

  • Oscurecer la habitación donde se va a dormir 30 minutos antes, evitando aparatos electrónicos como ser: televisor, celulares, etc.; ya que la luz blanca que emiten los mismo estimula al cerebro e impide que éste se prepare para descansar.
  • Cenar temprano, no más allá de las 20 o 21 horas y consumir alimentos de fácil digestión: carnes blancas (pollo o pescado) + verduras cocidas. Así el cuerpo no estará ocupado en la digestión y se preparará para descansar.
  • Evitar consumir alimentos estimulantes: tales como café, té, mate cocido, pimienta,
    gaseosas colas y alimentos dulces (postres, helados, golosinas, etc).
  • Para favorecer una correcta circulación de sangre al cerebro y esto ayude a descansar,
    eleve las piernas unos 20° cuando vaya a acostarse.

Pon en práctica estos consejos; empieza a dormir mejor y a comer más saludable!

Lic. en Nutrición Ma. Eugenia Delvaux
MP 4385

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