Aunque no lo crean, en vacaciones se aprende tanto o más que en períodos de clases
Llegan las vacaciones de verano y tanto tiempo libre, hace necesario que los niños aprendan a gestionarlo de forma autónoma. Pero, como en todo, necesitan ser educados desde casa. Hay que intentar empujarlos a realizar actividades diferentes a las que hacen normalmente, que puedan despertarles interés y fomenten su creatividad.
Aunque no lo crean, en vacaciones se aprende tanto o más que en períodos de clases. Los adultos tenemos que ayudar a que niños y niñas encuentren otras oportunidades de aprendizaje para que, sin darse cuenta, jugando y explorando continúen aprendiendo durante el receso escolar.
A los grandes al verlos jugar nos parece a veces que los juguetes les duran cinco minutos porque enseguida se cansan. Por eso, si les proponemos actividades nuevas es posible que la emoción y el interés les duren más. Por ejemplo, si un niño está aprendiendo a leer una buena alternativa puede ser invitarlo a cocinar: Cuando lee la receta, no sólo refuerza lo que ya ha aprendido, sino que también le encuentra una utilidad, transformándose éste en un aprendizaje significativo. Otra propuesta pueden ser las compras del supermercado: cuando hace la lista, el niño aplica sus conocimientos sobre escritura y mejora la fluidez lectora cuando debe leer lo que él mismo ha escrito. Además, cuando ordena los productos, trabaja conceptos como clasificación, y claramente ejercitará también nociones de numeración y cálculos. Cualquier momento puede convertirse en una experiencia para aprender. La clave es siempre buscar actividades que a ellos los motiven.
Párrafo aparte, no quiero dejar de mencionar la importancia de recuperar el papel y abandonar un ratito las pantallas. Muchos chicos hoy, perciben los libros como material escolar y aquí el rol de los adultos es fundamental, para ayudarles a construir la idea de una lectura placentera. No debería faltar una visita a la biblioteca o a una librería, en la que cada niño y niña en contacto con los libros, pueda elegir qué leer por placer. La motivación es la propia curiosidad, siempre.
En cualquier caso, las vacaciones deben ser vistas y vividas de una forma positiva. Tener a los chicos en casa representa algo más de trabajo, es cierto, pero es divertido tener todo el tiempo para estar con ellos, conocerlos más, y sobretodo seguir aprendiendo. Es innegable que, el tiempo en familia (más aún en vacaciones) es importante para el desarrollo de cualquier niño.