lo verdaderamente importante para que un niño aprenda, es que juegue
Con el regreso de los chicos a la escuela, también comienzan las actividades extraescolares. Aquellas que se realizan fuera del horario de clase y que sirven para que el niño aprenda divirtiéndose, al mismo tiempo que le sirven de desahogo y distracción de sus obligaciones diarias. Por eso, el niño debe disfrutar realizándolas, y nosotros, los adultos, debemos contribuir no exigiendo en exceso ni buscando la perfección en las actividades que realice. No se trata de que el niño o la niña se destaquen en sus clases de baile o jugando al tenis, sino que el objetivo principal es que disfruten con lo que elijan hacer en su tiempo libre.
Por eso, la elección de la actividad debe ser tomada, siempre teniendo en cuenta su opinión y, en ningún caso, inscribirlos en algo porque a nosotros, los adultos, nos guste. Si no desea lo que hace, el niño se mostrará desmotivado y la actividad se convertirá en una carga. Hay que tener en cuenta siempre su opinión y respetarla para orientar la búsqueda. El objetivo es que enseñen divirtiendo, esto quiere decir, que sean experiencias distintas de las clases escolares y que favorezcan su desarrollo personal de acuerdo a su carácter, sus aptitudes y sobretodo sus propios gustos.
Algunos consejos pueden ayudarte a decidir qué actividad es la más aconsejable para tu hijo, teniendo en cuenta su personalidad:
– Cuando se trata de niños tímidos, lo más recomendable es que realicen actividades que se desarrollen en grupo, porque los invita a relacionarse con el resto de los niños, a potenciar el compañerismo, a cumplir y compartir objetivos comunes.
– Para niños poco activos, son aconsejables las actividades que se practican individualmente ya que los obligan a esforzarse más. Pueden ser deportes individuales como la natación o cualquier otra actividad que requiera de un esfuerzo individual como la música o la pintura.
– Las más convenientes para chicos muy activos son las actividades que le ayudan a liberar tensiones. Puede ser practicar algún deporte como el fútbol o el básquet. Deben ser actividades que ayuden a encauzar su energía de forma positiva, a aceptar reglas y situaciones en las que es necesario que el sujeto se domine a sí mismo.
– Para niños creativos son preferibles las actividades en las que se potencie la imaginación y la fantasía, como las manualidades, la pintura, la escritura o la fotografía. De esta manera, niños muy ocurrentes podrán plasmar y desarrollar sus ideas sin límites.
No debemos olvidar que las actividades extraescolares, son un recurso acertado siempre y cuando no supongan una sobrecarga para los chicos y les dejen tiempo para jugar. El descanso, el juego e incluso el aburrimiento son necesarios para su desarrollo intelectual, emocional y social. Y es que, pese a la importancia que puedan tener las actividades extraescolares en el desarrollo del niño, lo verdaderamente importante para que un niño aprenda, es que juegue.