Hoy, 25 de septiembre, se cumplen 42 años de la primera vez que la Virgen María se apareció en San Nicolás, un hecho que unió la fe de toda la región y que, acá en Arrecifes, se vive con mucha devoción. Aquella aparición a una sencilla vecina de la ciudad marcó un antes y un después, y desde entonces, miles de peregrinos de nuestra ciudad se suman año tras año en esta fecha para honrarla.
Todo comenzó el 25 de septiembre de 1983, cuando Gladys Herminia Quiroga de Motta, una mujer común de San Nicolás, tuvo la primera visión de la Virgen mientras rezaba en su casa. La aparición se le repitió durante varios días, hasta que Gladys se animó a preguntarle qué era lo que deseaba. La Virgen le mostró una capilla, y Gladys entendió que quería quedarse entre nosotros.
Tiempo después, el 15 de noviembre, Gladys recibió un nuevo mensaje de la Virgen: “Soy Patrona de esta región. Haced valer Mis derechos”. En ese momento, nadie sabía con exactitud a qué advocación mariana correspondía la imagen que veía Gladys en sus visiones.
La confirmación llegó a fines de ese mismo año. El sacerdote Carlos Pérez recordó que, a fines del siglo XIX, en 1884, el templo parroquial de San Nicolás de Bari había recibido una imagen de la Virgen del Rosario que había sido bendecida por el mismísimo Papa León XIII. Con el paso del tiempo, la imagen quedó olvidada en el campanario de la catedral. El 27 de noviembre de 1983, el Padre Pérez le mostró la imagen a Gladys, quien de inmediato la reconoció como la misma que se le aparecía en sus visiones.
Este acontecimiento no solo movilizó a la fe en San Nicolás, sino que rápidamente se expandió a toda la zona, incluyendo a Arrecifes. La gente de nuestra ciudad se sumó de lleno a la devoción, convirtiendo la peregrinación a San Nicolás en una tradición anual, un símbolo de la fe y la esperanza que nos conecta con ese lugar.
Foto: Diario El Norte (San Nicolás)




