El Sindicato de Trabajadores Municipales de Arrecifes comenzó hoy un paro por tiempo indeterminado, con la adhesión de distintas áreas del Municipio. La medida de fuerza, anunciada a través de comunicados en las dependencias, se originó por lo que el gremio considera una falta de respuestas a reclamos urgentes, entre los que destacan la necesidad de un salario digno, el cese de persecuciones laborales y la entrega de ropa de trabajo e insumos para el desempeño de sus tareas. En sus comunicados, el sindicato le advirtió al intendente que «nuestra paciencia tiene un límite».
Frente a la situación, el intendente Fernando Bouvier se refirió al conflicto. El jefe comunal explicó que desde enero se han otorgado aumentos y bonos para acompañar la inflación, pero que actualmente las arcas municipales «no están en condiciones» de afrontar un nuevo incremento salarial. Bouvier argumentó que existe una baja importante en la coparticipación provincial y una caída en la recaudación de tasas, por lo que se vuelve «imposible» dar un aumento en este momento. Aclaró que la situación no se debe a «mala voluntad», sino a la espera de «lineamientos de Economía de Provincia o de Nación», y que ya solicitó una reunión al ministro del área.
En cuanto a los dichos sobre la persecución a los trabajadores, el intendente lo negó y aseguró que, por el contrario, siempre están «abiertos a buscar soluciones», e incluso se han realizado cambios de puesto en áreas donde se generaron conflictos. Reconoció que se restringieron algunos servicios, pero afirmó que se garantizan las prestaciones esenciales, como en el Hospital y el Hogar de Ancianos. Finalmente, Bouvier destacó que el diálogo con el sindicato es bueno y que el conflicto se está desarrollando de manera pacífica. A la espera de una respuesta del Ministerio de Economía de la Provincia, el intendente no volvió a llamar a los representantes gremiales, ya que no tiene «otra respuesta para darles distinta a la del lunes: otro bono de $70.000».
El clima en Arrecifes se mantiene en tensión, con los trabajadores movilizados y el Ejecutivo aguardando una solución que destrabe la situación y permita poner fin a la medida de fuerza.