La tranquilidad en una vivienda de calle Euskalerría se vio alterada cuando una denuncia por ruidos molestos derivó en la intervención de la Policía Comunal y la aprehensión de un vecino.
El hecho comenzó cuando el Centro de Monitoreo recibió un llamado alertando sobre música con un volumen demasiado alto que provenía de un domicilio particular.
Al hacerse presente en el lugar, el personal de la Patrulla Urbana Municipal constató que los niveles de sonido que salían de la vivienda superaban lo establecido por la Ordenanza Municipal, confirmando así la veracidad de la denuncia. Sin embargo, al notar la presencia municipal, el dueño de la casa salió y adoptó una actitud hostil, insultando tanto a los inspectores como a un vecino que se había acercado a la zona.
Debido al desorden generado y a que el hombre se encontraba en un evidente estado de ebriedad causando disturbios públicos, se solicitó la intervención de la Policía Comunal.
La fuerza de seguridad procedió a la aprehensión preventiva del propietario de la finca. Esta situación generó dos causas legales. Por un lado, se inició una causa contravencional por la violación a la Ordenanza Municipal que regula los decibeles de ruido permitidos, la cual quedó a disposición del Juzgado de Faltas Municipal.
Por otro lado, la Estación de Policía Comunal inició una causa por infracción a los artículos 72 y 74 de la Ley 8031 por el desorden en la vía pública, con injerencia del Juzgado de Paz Letrado de Arrecifes

