Tras enfrentar pronósticos desalentadores y una compleja intervención quirúrgica (que adelantaban que iba a impedirle hablar o comer con naturalidad), Fede Oviedo muestra una recuperación asombrosa, impulsada por su inquebrantable fe y el amor de su familia. Incluso se animó a cantar un poco de «Besame» de Ricardo Montaner. Todo un romántico. Un emotivo mensaje de su esposa, Johanna, relata los avances y celebra cada pequeño pero significativo paso en este largo camino.
«¿Cómo no voy a estar orgullosa de vos? Nos dijeron que no ibas a hablar, que no ibas a poder comer, que no ibas a tener tu lengua… todo lo malo se nos dijo. Pero vos tenías tanta fe, lo hiciste por ellos, lo haces por nosotros y de a poco se van viendo el resultado…
Gracias a la fonoaudióloga Araceli Peretti por tu compromiso, a Maximiliano Stopini, Nicolás Bonfato y Damiano, los cirujanos que hicieron esto posible. Sabemos que esto no termina acá, esto recién comienza, pero siempre positivo. A pesar del principio de neumonía, los nervios, la ansiedad, el sufrimiento, acá estás, y vas a estar para nosotros por siempre juntos…
¡Vamos, Oviedo, que sos fuerte, sos valiente, sos nuestro héroe! Te amamos, Federico Oviedo… Gracias a cada uno de ustedes que siempre están presentes en cada mensaje, llamada y a los genios de los chicos de CD de Arcor, ¡los mejores siempre!
Salís de la clínica La Pequeña Familia caminando, sin sonda y sin traqueo, y si se va a curar sola, despacio vamos a seguir con tu recuperación… Pero te tenemos con nosotros y eso es lo que más importa… te amamos mucho, Papi, Papá, Oviedo, Amor…
Estos 23 días fueron muy largos, de lágrimas, bronca, enojo, muy difíciles. Era raro tener que esperar para verte en terapia, se hacían eternas las horas, lo que me costó, nos costó a los dos… pero siempre firme, fuertes. No fueron tantos días, pero tu valentía no tiene nombre… Siempre juntos, amor… siempre para adelante…
El día que escuché ese «gracias» cuando le dijiste a la fonoaudióloga fue una alegría inmensa volver a escucharte y que empieces a probar la comida, no sabes lo feliz que me haces… No fue fácil el camino que recorrimos hasta llegar a la cirugía, pero vas a salir adelante porque sos muy valiente y tenés una fe como nadie… ¡Vamos por más! Te amamos.»
