Desde hace un par de meses, la situación de la industria de la confección, que supo ser la que más mano de obra empleaba en nuestra ciudad, vive un momento crítico, con cifras alarmantes.
La industria de la confección, fue en su momento uno de los motores económicos de Arrecifes y la zona, pero hoy está viviendo un momento crítico. Desde una drástica reducción en los planteles hasta el cierre de talleres son imágenes que preocupan y mucho.
Las causas de esta debacle son varias. Las principales pueden enumerarse entre la baja del consumo, la alta presión impositiva y la amenaza de la apertura indiscriminada de las importaciones.
Según datos del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de Argentina, la provincia de Buenos Aires es la que tiene la mayor cantidad de trabajadores en la industria de la confección. Se estima que alrededor de 110.000 personas están empleadas en este sector en la provincia de Buenos Aires.
Es importante tener en cuenta que la industria de la confección es un sector clave en la economía argentina, generando empleo y contribuyendo al desarrollo económico de diversas regiones del país.
Desde el sector siempre manifiestan que su situación es un termómetro de lo que sucede a nivel país. Si al sector le va mal, al país le va mal, era su axioma. Hoy definen al momento como “crítico” y sin una solución a corto plazo.
El consumo se vio retraído por la situación económica. La caída del poder adquisitivo hace que cada vez sea más difícil para los consumidores acceder a las prendas de vestir, a pesar de que el rubro se incrementó por debajo de la inflación. Hoy, la gente dejó de comprar ropa para atender necesidades más urgentes. Las estimaciones de expertos indican que la cifra de la caída del consumo es de 40%.
Por si esto fuera poco, a la falta de ventas se le suma un importante ítem que son los impuestos. Según estimaciones del sector, el 75,2% del precio que abona el consumidor final por una prenda, se utiliza para el pago de impuestos, servicios financieros y alquileres. La industria sólo se lleva el 8,5% del total de valor de una prenda.
A este panorama complicado a nivel nacional se lo ve más oscuro aún con la amenaza de la apertura de las importaciones con prendas más baratas, hecho que puede lastimar la ya precaria situación.
Por todos estos motivos a nivel local muchas empresas comenzaron a tomar medidas para paliarla crisis. Algunas trabajan con personal y horario reducido, otros más importantes cuentan con trabajo para. 15 días, y muchos pequeños han cerrado sus puertas ante la falta de trabajo. Y lo peor de esto es que la situación lejos está de solucionarse hasta tanto alguna de las variables antes mencionada se solucione.

 
		
