Estudiar puede ser una tarea fácil pero se convierte en una misión imposible cuánto más se acerca la hora de rendir un examen. Desde Aprendiendo Consultorios hemos desarrollado una guía con algunos consejos prácticos que pueden ayudarte, sin olvidar que a la hora es estudiar son requisitos fundamentales la disciplina y la constancia.
Antes del examen:
– Necesitas averiguar bien de qué se va a tratar la prueba, cuáles con los temas que va a incluir. Es primordial que hayas prestado atención durante las clases o en el período de orientación, a aquellos temas que el profesor le otorga más importancia (seguramente en el examen habrá preguntas sobre eso).
– Además, debes chequear si tu carpeta está completa, sino deberás pedir ayuda a algún compañero, solo así podrás disponerte a estudiar, una vez que cuentes con el material para hacerlo.
En tu casa:
– Acordate de preparar adecuadamente tu lugar de estudio, esto quiere decir que debes seleccionar un espacio que sea cómodo, silencioso, con buena temperatura y buena luz. Esto te permitirá concentrarte.
– Trata de pensar cosas positivas a la hora de leer. Empieza con entusiasmo (está demostrado que multiplica el rendimiento). Debes ponerte objetivos alcanzables, esto significa convertir las tareas grandes en tareas chicas y una vez cumplidas, hacer un descanso. Cada vez que termines una tarea corta, es fundamental hacer un descanso. Se aconseja hacer un reposo de 15 minutos cada 45, ya que esto es el máximo tiempo que soporta la mente con óptima concentración.
– Nunca estudies dos materias que te parecen difíciles una detrás de la otra. Tenés que intercalar contenidos difíciles con material fácil e interesante (lo mismo si se trata de materias de números y ejercicios, con materias donde hay que leer).
Durante el examen:
– Intenta relajarte y pensar en positivo. Podés pensar en alguna cosa que te de tranquilidad. Primero tenes que leer todas las preguntas para tener una idea general de cuánto tiempo vas a poder dedicarle a cada una. Luego, intenta reformular las preguntas con tus palabras, así te vas a dar cuenta si las entendiste.
– Contesta primero las que sabes o crees que podes responder mejor y deja para el final aquellas que te parecen más difíciles.
– Podes anotar en un borrador la información que necesitas para responder y luego pensar cómo redactarla en la hoja de examen. Si no te acordas de algo, no te detengas. Tener una “laguna” es común en un examen. Seguí trabajando y seguramente lo recuerdes luego.
Es mejor estudiar una hora cada día durante tres días que, tres horas el día antes de rendir un examen, ya que no es aconsejable hacer lo mismo durante mucho tiempo. No se trata de estudiar más, sino de estudiar mejor.
